Por: Oscar Esparza
Durante esta última semana, nuestro país ha sufrido un desabasto de gasolina y diésel que no se había visto en décadas, la estrategia por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el llamado “huachicoleo” definitivamente ha sido bastante drástica por todo lo que conlleva hacer algo de esta magnitud y sobre todo por los malestares causados a la sociedad. Podríamos mencionar las distintas consecuencias que ha generado pero eso no es el punto de esta columna, el punto de esto es cuestionarnos sobre si es realmente la mejor forma de combatir este delito. Cabe aclarar que estoy totalmente a favor de que se combata el huachicoleo pero debemos de tener en cuenta que fue una red que se tejió durante décadas y que no se acabará de la noche a la mañana.
¿Es la mejor forma de combatir? A mi punto de vista, no, porque quien se está cansado es la sociedad que es quien está pagando los platos rotos y sobretodo porque en el momento que se reabran los ductos, los criminales volverán a perforarlos como se ha visto en el ducto de Minatitlán- Azcapotzalco en su tramo que pasa por Hidalgo que ha sido dañado por 3 días consecutivos y a consecuencia de ello el desabasto en la Ciudad de México. Creo que una buena forma de cambiar de estrategia sería empezar a detener y acusar formalmente a las personas que trabajan dentro y fuera de PEMEX, cosa que no ha sucedido hasta ahora.
Otra forma de completar la lucha en contra de este problema sería mejorando los sistemas con los que se detecta las perforaciones, fugas y pérdidas de presión porque es imposible tener vigilancia las 24 horas en los más de 1200 km (distancia aproximada de Puebla a Mérida) de ductos que hay en todo el país como se plantea, no hay personal de las fuerzas armadas ni de seguridad suficiente para protegerlos. Además de que sería oportuno que el gobierno federal en coordinación con la PGR, SHCP y el SAT empezarán a atacar las finanzas de estos grupos delictivos porque muchas veces tienen a pueblos y comunidades enteras compradas e impiden el paso de las autoridades para proteger a los líderes de estos grupos.
La estrategia anti-huachicoleo nos ha permitido darnos cuenta de lo poco preparado que se encuentra nuestro país para una situación de este estilo, nos hemos podido percatar de varias cosas, la primera es que la reforma energética ha sido buena y mala a la vez, ¿Por qué digo esto? Es importante mencionar que gracias a esta reforma, las gasolineras pueden surtirse
con un proveedor distinto a PEMEX, esto quiere decir que pueden ir a contratar los servicios de alguna empresa en cualquier parte de Estados Unidos o de cualquier país para que les surta combustibles, gracias a ello se puede ver que en los estados del norte no se está sufriendo por el desabasto de gasolina pero por otra parte también nos hemos podido dar cuenta que estos servicios que proveen empresas distintas a PEMEX son pocos ya que sólo representan un porcentaje menor al 20% de la gasolina que se vende en todo el territorio nacional y que seguimos dependiendo bastante de PEMEX.
Otro punto a destacar de esta llamada reforma es la poca seguridad energética que tenemos y con eso demostrar la poca capacidad de almacenamiento con la que se tiene desde hace décadas; países como Estados Unidos, Francia, Alemania, por mencionar algunos, cuentan con muchos más días de reserva que los escasos 3 días con los que contamos nosotros y que es una total mentira que se cuenta con 10 días de reserva como menciona el director de Pemex, Octavio Romero. A consecuencia de ello hay un grupo de poco más de 60 buques que se empieza a acumular en el puerto de Pajaritos, en Veracruz provenientes de Estados Unidos, listos para descargar el combustible pero que tienen que esperar y por ende PEMEX tiene que pagar una cantidad extra por día parado en alta mar. La reforma antes mencionada fijó ciertos plazos para ir aumentando la seguridad energética pero creo que esta capacidad de almacenamiento se está viendo rebasada en esta ocasión y que tal vez sea momento de acortar esos plazos y que el almacenamiento sea mayor cuanto antes, porque le está costando a PEMEX y al no haber una fecha para que se detenga esto suena a que no saldrá nada barato.
Por último, el gobierno debe de darnos respuestas claras, al no haberlas se crea incertidumbre, rumores y dudas como ha sucedido estos días, sería importante que además de las conferencias matutinas del presidente (donde se tocan distintos temas) y de los comunicados que publica PEMEX en Twitter, Octavio Romero y Rocío Nahle salieran a aclarar todas las dudas que existen a través de una conferencia exclusivamente sobre el tema.
Por: Oscar Esparza
Durante esta última semana, nuestro país ha sufrido un desabasto de gasolina y diésel que no se había visto en décadas, la estrategia por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el llamado “huachicoleo” definitivamente ha sido bastante drástica por todo lo que conlleva hacer algo de esta magnitud y sobre todo por los malestares causados a la sociedad. Podríamos mencionar las distintas consecuencias que ha generado pero eso no es el punto de esta columna, el punto de esto es cuestionarnos sobre si es realmente la mejor forma de combatir este delito. Cabe aclarar que estoy totalmente a favor de que se combata el huachicoleo pero debemos de tener en cuenta que fue una red que se tejió durante décadas y que no se acabará de la noche a la mañana.
¿Es la mejor forma de combatir? A mi punto de vista, no, porque quien se está cansado es la sociedad que es quien está pagando los platos rotos y sobretodo porque en el momento que se reabran los ductos, los criminales volverán a perforarlos como se ha visto en el ducto de Minatitlán- Azcapotzalco en su tramo que pasa por Hidalgo que ha sido dañado por 3 días consecutivos y a consecuencia de ello el desabasto en la Ciudad de México. Creo que una buena forma de cambiar de estrategia sería empezar a detener y acusar formalmente a las personas que trabajan dentro y fuera de PEMEX, cosa que no ha sucedido hasta ahora.
Otra forma de completar la lucha en contra de este problema sería mejorando los sistemas con los que se detecta las perforaciones, fugas y pérdidas de presión porque es imposible tener vigilancia las 24 horas en los más de 1200 km (distancia aproximada de Puebla a Mérida) de ductos que hay en todo el país como se plantea, no hay personal de las fuerzas armadas ni de seguridad suficiente para protegerlos. Además de que sería oportuno que el gobierno federal en coordinación con la PGR, SHCP y el SAT empezarán a atacar las finanzas de estos grupos delictivos porque muchas veces tienen a pueblos y comunidades enteras compradas e impiden el paso de las autoridades para proteger a los líderes de estos grupos.
La estrategia anti-huachicoleo nos ha permitido darnos cuenta de lo poco preparado que se encuentra nuestro país para una situación de este estilo, nos hemos podido percatar de varias cosas, la primera es que la reforma energética ha sido buena y mala a la vez, ¿Por qué digo esto? Es importante mencionar que gracias a esta reforma, las gasolineras pueden surtirse
con un proveedor distinto a PEMEX, esto quiere decir que pueden ir a contratar los servicios de alguna empresa en cualquier parte de Estados Unidos o de cualquier país para que les surta combustibles, gracias a ello se puede ver que en los estados del norte no se está sufriendo por el desabasto de gasolina pero por otra parte también nos hemos podido dar cuenta que estos servicios que proveen empresas distintas a PEMEX son pocos ya que sólo representan un porcentaje menor al 20% de la gasolina que se vende en todo el territorio nacional y que seguimos dependiendo bastante de PEMEX.
Otro punto a destacar de esta llamada reforma es la poca seguridad energética que tenemos y con eso demostrar la poca capacidad de almacenamiento con la que se tiene desde hace décadas; países como Estados Unidos, Francia, Alemania, por mencionar algunos, cuentan con muchos más días de reserva que los escasos 3 días con los que contamos nosotros y que es una total mentira que se cuenta con 10 días de reserva como menciona el director de Pemex, Octavio Romero. A consecuencia de ello hay un grupo de poco más de 60 buques que se empieza a acumular en el puerto de Pajaritos, en Veracruz provenientes de Estados Unidos, listos para descargar el combustible pero que tienen que esperar y por ende PEMEX tiene que pagar una cantidad extra por día parado en alta mar. La reforma antes mencionada fijó ciertos plazos para ir aumentando la seguridad energética pero creo que esta capacidad de almacenamiento se está viendo rebasada en esta ocasión y que tal vez sea momento de acortar esos plazos y que el almacenamiento sea mayor cuanto antes, porque le está costando a PEMEX y al no haber una fecha para que se detenga esto suena a que no saldrá nada barato.
Por último, el gobierno debe de darnos respuestas claras, al no haberlas se crea incertidumbre, rumores y dudas como ha sucedido estos días, sería importante que además de las conferencias matutinas del presidente (donde se tocan distintos temas) y de los comunicados que publica PEMEX en Twitter, Octavio Romero y Rocío Nahle salieran a aclarar todas las dudas que existen a través de una conferencia exclusivamente sobre el tema.