Pemex necesita vender activos y reducir tamaño para solventar su deuda y evitar depender del apoyo gubernamental, dice Siller.
Para solventar sus significativas obligaciones financieras, Petróleos Mexicanos (Pemex) se ve en la necesidad de vender activos que no son clave para su operación y reducir su envergadura corporativa.
Esto tiene como finalidad generar un flujo de caja adecuado que le permita obtener ganancias independientes de la asistencia gubernamental, según comentó Gabriela Siller, la directora de análisis económico en Grupo Financiero Base.
Hacia finales del 2023, la deuda financiera de la empresa productiva del estado alcanzó los mil 793 billones de pesos, lo cual representa un 5.65% del Producto Interno Bruto (PIB) de México para ese año y el 27.64% del gasto público programado para el 2024.
Gabriela Siller sugirió, desde la perspectiva de una hipotética gestión privada de Pemex, la venta de activos no fundamentales que presentan déficit o una rentabilidad mínima. El propósito sería captar fondos para amortizar parte de su deuda y, a través de una reducción en la escala de operaciones, disminuir los costes operacionales, según un estudio divulgado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Siller también destacó que la situación de la deuda de la petrolera nacional se ha deteriorado, enfrentando importantes vencimientos de deuda en el corto plazo sin tener asegurado el flujo de efectivo necesario para su pago, esperándose que el gobierno continúe brindando apoyo financiero extraordinario a la empresa.
Además, la deuda con proveedores, que no se contabiliza dentro de la deuda financiera, marcó un récord histórico en 2023 con 359 mil millones de pesos, lo que representa un incremento del 27% en comparación con 2022, indicó.
Este elevado nivel de endeudamiento, tanto financiero como comercial, se señala como uno de los desafíos más grandes para Pemex, enfatizó Siller.
Pemex ha perdido su calificación de inversión y enfrenta recortes continuos en su calificación crediticia, lo que dificulta su capacidad para cumplir con sus compromisos financieros sin apoyo estatal, explicó.
Finalmente, Siller advirtió que Pemex constituye un riesgo para las finanzas públicas de nuestro país, por el elevado apoyo económico que recibe, lo cual podría comprometer el gasto público destinado a otros sectores vitales como la salud, la educación y el mantenimiento de infraestructura, ya que las finanzas públicas están altamente comprometidas.