Las nuevas políticas energéticas van encaminadas a mitigar las emisiones de efecto invernadero, por ello el uso de gas natural, también llamado combustible de transición energética, será detonante en el desarrollo del país ya que consigue reducir entre 20 y 30% de contaminantes y es hasta 50% más económico que la gasolina; se tiene como objetivo desarrollar un portafolio diversificado de energías para brindar mayor seguridad energética, por ello nuestro país está desarrollando proyectos gasíferos de gran magnitud.
En el periodo 2016 las importaciones representaron más del 70% de la demanda nacional incrementándose desde 2010 en 188%, además las reservas probadas han disminuido cerca de 40% de 2012 a la fecha, en la Figura 1 se observa como la brecha entre el consumo y producción se incrementa y las importaciones crecen aceleradamente; ante este escenario el país requiere garantizar el abasto de combustible mediante la reactivación de proyectos como la exploración y explotación de campos gasíferos, construcción de infraestructura y almacenamiento, entre otros procesos de la cadena de valor.
México tiene una capacidad limitada, es decir, problemas en la integridad física de sus equipos, rutas insuficientes de ductos y almacenamiento hacia zonas del territorio nacional, por ello se tienen en marcha diversos proyectos y además fue creado el Centro Nacional de Control de Gas Natural (CENAGAS) quien será el responsable de administrar y operar el Sistema Nacional de Gasoductos.
La Secretaría de Energía se fijó como meta la construcción de 10 mil kilómetros de gasoductos, representando una inversión de 16 mil millones de dólares y con ello incrementar la red de transporte en 85% respecto a 2012.
Actualmente se utiliza más del 40% de gas natural para la generación de energía eléctrica en el país y el escenario indica que crecerá aún más; el 80% del costo para generar depende del precio del combustible a utilizar, por ello la Comisión Federal de Electricidad (CFE) promueve una estrategia de reducción en combustibles caros y de alta generación de emisiones que impulse proyectos de infraestructura eléctrica y gasoductos para abastecer de gas natural al país y además ampliar la generación de energía eléctrica.
En 2012 nuestro país contaba con 11,347 kilómetros (km) de gasoductos, a la fecha se han añadido 2,386 km a la red nacional, y se encuentran en desarrollo 6,694km para alcanzar más de 20 mil kilómetros. Cabe destacar que la CFE promueve la construcción de 26 nuevos gasoductos con una longitud de aproximadamente 7,700 kilómetros y una inversión de 15,200 millones de dólares.
Hace unas semanas se anunció el arranque del gasoducto marino Texas-Tuxpan de 800 kilómetros de longitud y una inversión de 3,100 millones de dólares que podrá transportar hasta 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios, es decir, casi 40% de la demanda nacional en 2016 y requerirá un arduo trabajo de ingeniería y tecnología para su tendido en el fondo marino.
Con estos proyectos se pretende crear un impacto positivo en el ámbito social, económico y ecológico al país, con miras a fortalecer la seguridad energética y así eficiente los procesos con la participación de inversionistas, además se debe dar seguimiento y regulación a las importaciones masivas provenientes de Estados Unidos haciendo de la revolución gasífera un reto más del país.
Las nuevas políticas energéticas van encaminadas a mitigar las emisiones de efecto invernadero, por ello el uso de gas natural, también llamado combustible de transición energética, será detonante en el desarrollo del país ya que consigue reducir entre 20 y 30% de contaminantes y es hasta 50% más económico que la gasolina; se tiene como objetivo desarrollar un portafolio diversificado de energías para brindar mayor seguridad energética, por ello nuestro país está desarrollando proyectos gasíferos de gran magnitud.
En el periodo 2016 las importaciones representaron más del 70% de la demanda nacional incrementándose desde 2010 en 188%, además las reservas probadas han disminuido cerca de 40% de 2012 a la fecha, en la Figura 1 se observa como la brecha entre el consumo y producción se incrementa y las importaciones crecen aceleradamente; ante este escenario el país requiere garantizar el abasto de combustible mediante la reactivación de proyectos como la exploración y explotación de campos gasíferos, construcción de infraestructura y almacenamiento, entre otros procesos de la cadena de valor.
México tiene una capacidad limitada, es decir, problemas en la integridad física de sus equipos, rutas insuficientes de ductos y almacenamiento hacia zonas del territorio nacional, por ello se tienen en marcha diversos proyectos y además fue creado el Centro Nacional de Control de Gas Natural (CENAGAS) quien será el responsable de administrar y operar el Sistema Nacional de Gasoductos.
La Secretaría de Energía se fijó como meta la construcción de 10 mil kilómetros de gasoductos, representando una inversión de 16 mil millones de dólares y con ello incrementar la red de transporte en 85% respecto a 2012.
Actualmente se utiliza más del 40% de gas natural para la generación de energía eléctrica en el país y el escenario indica que crecerá aún más; el 80% del costo para generar depende del precio del combustible a utilizar, por ello la Comisión Federal de Electricidad (CFE) promueve una estrategia de reducción en combustibles caros y de alta generación de emisiones que impulse proyectos de infraestructura eléctrica y gasoductos para abastecer de gas natural al país y además ampliar la generación de energía eléctrica.
En 2012 nuestro país contaba con 11,347 kilómetros (km) de gasoductos, a la fecha se han añadido 2,386 km a la red nacional, y se encuentran en desarrollo 6,694km para alcanzar más de 20 mil kilómetros. Cabe destacar que la CFE promueve la construcción de 26 nuevos gasoductos con una longitud de aproximadamente 7,700 kilómetros y una inversión de 15,200 millones de dólares.
Hace unas semanas se anunció el arranque del gasoducto marino Texas-Tuxpan de 800 kilómetros de longitud y una inversión de 3,100 millones de dólares que podrá transportar hasta 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios, es decir, casi 40% de la demanda nacional en 2016 y requerirá un arduo trabajo de ingeniería y tecnología para su tendido en el fondo marino.
Con estos proyectos se pretende crear un impacto positivo en el ámbito social, económico y ecológico al país, con miras a fortalecer la seguridad energética y así eficiente los procesos con la participación de inversionistas, además se debe dar seguimiento y regulación a las importaciones masivas provenientes de Estados Unidos haciendo de la revolución gasífera un reto más del país.