Por: Oscar Esparza
¿Alguna vez se imaginaron unos piratas atacando una plataforma petrolera? Suena a ciencia ficción pero lamentablemente es algo que ocurre en nuestros mares con más frecuencia de lo que imaginamos.
Según datos de Margarita Sánchez García, senadora por Morena y ex líder sindical de Pemex en Campeche, se han reportado cerca de 200 robos en las zonas de plataformas petroleras de Campeche y Tabasco. La forma en la que operan estos piratas o “guates” como se les conoce, es a través de pequeñas lanchas que se confunden con las de pescadores, los cuales van fuertemente armados y someten a los trabajadores para robar equipo que sirve para la extracción de petróleo.
Pero eso no es todo, hace más de una década surgió una modalidad de “huachicoleo náutico” que con el paso de los años se ha incrementado de manera escandalosa, según un reporte de Newsweek en Español, actualmente al menos 90 barcos son investigados por ordeña de combustible a Pemex y su trasiego vía marítima en el Golfo de México. En teoría esta es la zona marítima más vigilada del país pero que no ha tenido buenos resultados, esto en gran medida a la colaboración por parte de los empleados de PEMEX para cometer estos delitos.
Según el reporte de Newsweek en Español, en cada viaje logran robar entre 600,000 y hasta 800,000 litros de combustible que es el equivalente de 30 a 40 pipas del cual en su mayoría se extrae de la refinería Francisco I. Madero en Tamaulipas; el destino es el mercado negro en México pero hay reportes de que el combustible ha llegado a Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.
Se ha convertido en un negocio tan redituable que cuentan con una estructura fortalecida de 3 niveles, en el primero se ubican líderes operadores de los carteles (Los Zetas y Cártel del Golfo), en el segundo nivel están los trabajadores de Pemex (ingenieros y empleados de plataformas), hombres a cargo de los barcos (propietarios y arrendatarios); encargados de operar y administrar las bodegas
donde se almacena, coordinadores de la venta de hidrocarburos y los encargados del lavado de dinero, y en el último nivel se encuentran las tripulaciones de los barcos.
¿Qué se ha hecho para combatir estos delitos? Con respecto a los ataques a las plataformas para robo de tecnología, la legislación penal menciona que se castigará con hasta 25 años de cárcel además de estar prohibido navegar a menos de 5 000 metros a la redonda de una plataforma petrolera; la Secretaría de Marina ha programado vuelos para vigilar estas zonas de una manera frecuente, el detalle es que se reportó un caso donde un helicóptero llegó al auxilio de los trabajadores de PEMEX y fue atacado con armas de alto calibre.
Y con respecto al robo de hidrocarburos de manera náutica, en abril de este año el Senado aprobó dos reformas, una fiscal y otra penal, las cuales supuestamente fortalecerían el combate de robo de hidrocarburos, se dijo que estas reformas permitirían al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) intervenir en el control del producto, su procedencia, los volúmenes que reciben los expendedores (gasolineras) y sus ventas al público además del endurecimiento de penas de 30 años de cárcel a los ladrones de combustible, el detalle es que no es considerado un delito grave. Una de las propuestas de campaña de Andrés Manuel López Obrador fue decretarlo como un delito grave para así ayudar al combate.
Sin duda, es un tema bastante preocupante no sólo para el Estado por la cantidad de dinero que se está perdiendo en material tecnológico y de hidrocarburos además por la sofisticación de las estructuras de las bandas criminales para cometer estos delitos, también por el miedo que puede empezar a crearse en los trabajadores al no sentirse seguros en sus zonas de trabajo, y sin olvidar la preocupación que pueden llegar a tener las empresas a la hora de invertir su dinero en proyectos de alta mar.
Por: Oscar Esparza
¿Alguna vez se imaginaron unos piratas atacando una plataforma petrolera? Suena a ciencia ficción pero lamentablemente es algo que ocurre en nuestros mares con más frecuencia de lo que imaginamos.
Según datos de Margarita Sánchez García, senadora por Morena y ex líder sindical de Pemex en Campeche, se han reportado cerca de 200 robos en las zonas de plataformas petroleras de Campeche y Tabasco. La forma en la que operan estos piratas o “guates” como se les conoce, es a través de pequeñas lanchas que se confunden con las de pescadores, los cuales van fuertemente armados y someten a los trabajadores para robar equipo que sirve para la extracción de petróleo.
Pero eso no es todo, hace más de una década surgió una modalidad de “huachicoleo náutico” que con el paso de los años se ha incrementado de manera escandalosa, según un reporte de Newsweek en Español, actualmente al menos 90 barcos son investigados por ordeña de combustible a Pemex y su trasiego vía marítima en el Golfo de México. En teoría esta es la zona marítima más vigilada del país pero que no ha tenido buenos resultados, esto en gran medida a la colaboración por parte de los empleados de PEMEX para cometer estos delitos.
Según el reporte de Newsweek en Español, en cada viaje logran robar entre 600,000 y hasta 800,000 litros de combustible que es el equivalente de 30 a 40 pipas del cual en su mayoría se extrae de la refinería Francisco I. Madero en Tamaulipas; el destino es el mercado negro en México pero hay reportes de que el combustible ha llegado a Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.
Se ha convertido en un negocio tan redituable que cuentan con una estructura fortalecida de 3 niveles, en el primero se ubican líderes operadores de los carteles (Los Zetas y Cártel del Golfo), en el segundo nivel están los trabajadores de Pemex (ingenieros y empleados de plataformas), hombres a cargo de los barcos (propietarios y arrendatarios); encargados de operar y administrar las bodegas
donde se almacena, coordinadores de la venta de hidrocarburos y los encargados del lavado de dinero, y en el último nivel se encuentran las tripulaciones de los barcos.
¿Qué se ha hecho para combatir estos delitos? Con respecto a los ataques a las plataformas para robo de tecnología, la legislación penal menciona que se castigará con hasta 25 años de cárcel además de estar prohibido navegar a menos de 5 000 metros a la redonda de una plataforma petrolera; la Secretaría de Marina ha programado vuelos para vigilar estas zonas de una manera frecuente, el detalle es que se reportó un caso donde un helicóptero llegó al auxilio de los trabajadores de PEMEX y fue atacado con armas de alto calibre.
Y con respecto al robo de hidrocarburos de manera náutica, en abril de este año el Senado aprobó dos reformas, una fiscal y otra penal, las cuales supuestamente fortalecerían el combate de robo de hidrocarburos, se dijo que estas reformas permitirían al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) intervenir en el control del producto, su procedencia, los volúmenes que reciben los expendedores (gasolineras) y sus ventas al público además del endurecimiento de penas de 30 años de cárcel a los ladrones de combustible, el detalle es que no es considerado un delito grave. Una de las propuestas de campaña de Andrés Manuel López Obrador fue decretarlo como un delito grave para así ayudar al combate.
Sin duda, es un tema bastante preocupante no sólo para el Estado por la cantidad de dinero que se está perdiendo en material tecnológico y de hidrocarburos además por la sofisticación de las estructuras de las bandas criminales para cometer estos delitos, también por el miedo que puede empezar a crearse en los trabajadores al no sentirse seguros en sus zonas de trabajo, y sin olvidar la preocupación que pueden llegar a tener las empresas a la hora de invertir su dinero en proyectos de alta mar.