Por: Daniel Alejandro Bautista Saavedra
Sin lugar a duda, el petróleo es por mucho el recurso geopolítico de mayor importancia desde hace un poco más de un siglo. Se conoce que la dependencia que experimentan economías mundiales desarrolladas o en proceso de desarrollo se basan en la producción de materias primas no renovables y energías fósiles, en esta circunstancia se originan diversos debates de orden mundial, los cuales tienen distintas alternativas y perspectivas: Sustitución y/o transición de energías fósiles por el aprovechamiento de energías que se pueden producir de manera natural y sin perjudicar de manera considerada al medio ambiente.
Sin embargo, ante dicha situación y en la búsqueda de alternativas energéticas a las utilizadas comúnmente, pero sobre todo seguras y con el menor daño al medio ambiente, se proponen diversas técnicas en desarrollo para el aprovechamiento potencial de las energías menos contaminantes.
El mundo se encuentra en una transición entre una era dominada por los combustibles fósiles y otra centrada en una economía baja en carbono, Si bien la velocidad, el tiempo y los detalles de la transición son altamente inciertos, la dirección debe ser clara: hacia un futuro con bajas emisiones de Co2.
Actualmente existen diversos impulsores apuntan al mundo energético hacia esta dirección, incluida la disminución de los costos de la tecnología de energía limpia, las preferencias de los consumidores, la política gubernamental, los acuerdos internacionales y la presión de varios grupos de partes interesadas. Incluso los accionistas de las compañías petroleras están en busca de alternativas hacia una era de transición a una energía más limpia.
La tendencia actual hacia la futura y próxima independencia del carbón de la economía mundial es una advertencia para los países exportadores cuyas economías son vulnerables a la dirección tomada por la transición energética.
Una estrategia clave de las grandes petroleras es hacer grandes apuestas al gas natural. La perspectiva de la cumbre de la demanda de petróleo en el transporte hace que los ejecutivos petroleros consideren el gas natural, es decir, que consideran una inversión más segura a largo plazo debido a la resistencia de la demanda de gas en el sector de la electricidad a medida que se va amenizando el carbón.
Sin embargo, la demanda de petróleo ya ha alcanzado su punto máximo en la OCDE, por lo que es importante monitorear los desarrollos en las economías emergentes, así como las tasas de disminución de la demanda de la OCDE. No obstante, el agotamiento crea oportunidades, incluso a medida que la demanda global disminuye, las economías deberán centrarse tanto en la adaptación a los efectos del cambio climático como en el endurecimiento de la política más tarde, de manera más costosa y más extensa.
Aunque muy doloroso, el colapso del precio del petróleo de 2014-15 ha sido, en parte, una bendición para la industria, ha forzado a las empresas a reorientar sus programas de inversión hacia proyectos de curvas de vida más corta y de menor costo mucho más rápido y de manera más completa que la consideración de las políticas de cambio climático.
Se ha producido un cambio claro y generalizado hacia el gas entre empresas del sector energético de todo el mundo. Dicho sector, describe este hecho como un posicionamiento óptimo en la transición energética, y de hecho tal cambio reducirá significativamente las emisiones netas de carbono de las empresas.
La AIE estima que la demanda de gas seguirá creciendo, mucho después de que la demanda de petróleo haya alcanzado su punto máximo.
¿Qué papel toma la Petroquímica en la transición energética? Se ha expresado optimismo dentro de la industria sobre las perspectivas de crecimiento de los productos petroquímicos. Es probable que la demanda crezca fuertemente en toda
la gama de productos, desde lubricantes hasta resinas, adhesivos, materiales de construcción y plásticos. La Agencia Internacional de Energía estima que los productos petroquímicos impulsarán el crecimiento de la demanda de petróleo en un 44% entre 2015-2040.
Se puede aceptar que la excelencia en los negocios principales de la industria petrolera será la base de cualquier estrategia exitosa de transición energética, lo cual se requiere de manera inmediata y es actualmente sobre lo que las empresas internacionales disputan para mantener y optimizar la demanda de los hidrocarburos.
De esta manera la era de transición energética hacia el Gas Natural propone áreas de oportunidades de inversión, desarrollo económico y tecnológico, pero sobre todo el cumplimiento con los Objetivos de Desarrollo Sostenible emitidos por la ONU en conjunto con la Asociación Mundial de la Industria del Gas y del Petróleo en Temas Ambientales y Sociales. Lo anterior, con el fin de garantizar el desarrollo, la protección ambiental y una estabilidad política mundial.
Mi nombre es Daniel Alejandro Bautista Saavedra, originario orgullosamente de Tierra Blanca, Ver. Estudiante de Ingeniería Petrolera por el Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos. (ITESCO).
He participado como Expositor en Conferencia Oral SIPA (Seguridad Industrial y Protección al Ambiente) en el Congreso Mexicano del Petróleo edición 2018 en Acapulco, Gro. Con el tema: Unidad Multidisciplinaria para el Control y Prevención de Contingencias Ambientales en la Exploración y Producción de Hidrocarburos.
También, fui miembro del Equipo Institucional del ITESCO en el Concurso de Conocimientos de Ciencias de la Tierra en la Reunión Anual de la Unión Geofísica Mexicana, Puerto Vallarta, Jal. 2018.
En el mismo año, participé en la Jornada de Sesiones Técnicas organizadas por el Colegio de Ingenieros Petroleros de México y la Asociación de Ingenieros Petroleros de México, Delegación Coatzacoalcos. En busca de desarrollar y buscar alternativas de mejora del proyecto presentado en el CMP.
En Abril de 2019, fui ganador de la convocatoria emitida por AMEXHI (Asociación Mexicana de Empresa de Hidrocarburos A.C.) “Jóvenes Construyendo Puentes” donde propuse mi proyecto “Centro de Formación y Desarrollo Profesional” con el fin de crear un Vínculo Universidad-Empresa con el apoyo del Sector Privado.